Inversiones sostenibles.

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La inversiones sostenibles son una gran tendencia en estos momentos de cambio climático. En este artículo te explicamos qué es una inversión sostenible y lo que debes tener en cuenta.

Inversión sostenible. ¿El futuro es verde?

El deshielo de los casquetes polares, la subida del nivel del mar, los fenómenos meteorológicos extremos… El cambio climático es innegable. No es de extrañar, pues, que la gente se preocupe cada vez más por su comportamiento de compra y el impacto que esto causa en el planeta. Apostar por el consumo local y prescindir de las bolsas de plástico a la hora de comprar son tendencias sostenibles que muchos adoptamos hoy en día.

Las ideas ecológicas también desempeñan un papel cada vez más importante en la política: coches eléctricos en lugar de motores de combustión, ferrocarril en lugar de vuelos nacionales o paneles fotovoltaicos en el tejado de los nuevos edificios: la lista es larga. Que todas las propuestas políticas tengan realmente sentido es otra cuestión. Pero cuando hablamos del futuro de la inversión en tiempos de cambio climático, lo que más nos importa a los inversores privados es beneficiarnos de estas tendencias.

Por lo tanto, en lugar de comprar acciones de una central eléctrica de carbón, podría valer la pena invertir el dinero en tecnologías de energía renovable. Sobre todo si el horizonte de inversión es todavía largo y es previsible la eliminación del carbón.

Clases de activos para inversiones sostenibles.

Pero, ¿en qué clases de activos podemos invertir nuestro dinero de forma sostenible? No hay una respuesta general, pero existen alternativas verdes, o al menos más verdes, en casi todas las clases de activos.

ETFs sostenibles

Los ETFs verdes basan sus estrategias de inversión en criterios ESG. Estas tres letras significan «Environmental, Social, Governance». Esto significa que invierten los activos del fondo en las empresas más ecológicas de su sector. A menudo se pueden reconocer los ETFs sostenibles por su nombre. Llevan la abreviatura «ESG» o «SRI».

Las acciones verdes como inversión sostenible.

Por supuesto, puedes invertir en verde de forma más específica si pone su dinero en acciones sostenibles seleccionadas. De este modo, las empresas pueden hacer una selección más detallada en función de sus propios intereses que con una inversión en un ETF. También puedes omitir sectores enteros o invertir más específicamente en temas orientados al futuro, como el agua. Cuando inviertas directamente en acciones individuales, ten siempre en cuenta su asignación de activos y no inviertas todo tu patrimonio en una sola acción.

Un pequeño consejo: al buscar acciones verdes, siempre vale la pena echar un vistazo a los proveedores de fondos o índices de productos sostenibles. Los grandes equipos de investigación ya han hecho un buen trabajo de filtrado previo.

Bonos de empresas ecológicas y bonos verdes.

También se puede apoyar a las empresas sostenibles mediante la compra de bonos. Al igual que en el caso de las acciones, puedes decidir por ti mismo en qué empresas quieres invertir tu dinero. También puedes encontrar en el mercado bonos de empresas que no cotizan en bolsa. Un ejemplo serían los bonos para PYMES. Aquí siempre se corre el riesgo de no poder examinar la empresa en detalle. El riesgo es correspondientemente alto y también los intereses que se pagan.

Además de los bonos de empresas sostenibles, otra buena idea es invertir directamente en proyectos sostenibles a través de los bonos verdes. La construcción de un parque solar o la investigación de nuevas tecnologías para reducir las emisiones de CO2 son ejemplos de proyectos que pueden recibir ayudas.

Inversiones sostenibles alternativas.

Como propietario de una vivienda, tienes la oportunidad de hacer algo bueno por el clima en tu propio barrio. Ya sea la sustitución del sistema de calefacción, un nuevo aislamiento, ventanas más gruesas o un sistema fotovoltaico en el tejado, estas inversiones se amortizan con los años.

Elige un banco verde.

También puedes hacer algo bueno con el dinero que tienes en tu cuenta corriente o a plazo fijo. Por ejemplo, si estos depósitos se mantienen en un banco verde, este sólo invertirá los activos en empresas que cumplan criterios ecológicos o sociales.

¿Qué hay que buscar en las inversiones sostenibles?

Ahora que hemos examinado diferentes clases de activos, la pregunta sigue siendo: ¿qué es lo que realmente cuenta como verde o en qué tengo que fijarme a la hora de invertir de forma sostenible? La mala noticia es que no existe una etiqueta global única ni nada parecido que ayude a tomar una decisión de nuestra futura inversión. En cambio, hay varias fuentes que califican los fondos o las empresas en función de sus propios criterios. Al igual que los proveedores de índices, que tienen diferentes directrices sobre lo que es sostenible para ellos. Desgraciadamente, esto también significa que la misma empresa puede ser clasificada como verde por un proveedor y como no verde por otro.

Las listas de los diferentes proveedores pueden, por supuesto, ayudarte a decidir por un producto u otro. Sin embargo, al final tendrás tu propia idea de lo que es sostenible para ti.

Inversiones sostenibles y sus resultados.

Por último, está la pregunta: ¿hacemos esto sólo por tener la conciencia tranquila o podemos realmente sacar provecho de las inversiones sostenibles? Por supuesto, nadie puede predecirlo. Pero si observamos la tendencia hacia una vida más sostenible, no es inverosímil una evolución positiva del volumen de negocio de las empresas que se distinguen de su competencia por buscar soluciones verdes.

Conclusión

En este artículo hemos analizado lo que significa invertir de forma sostenible. Se trata, sobre todo, de apoyar únicamente a las empresas más sostenibles  o de excluir a sectores enteros. Debido a la tendencia hacia una vida más ecológica y a que la gente se preocupa cada vez más por sus patrones de consumo, no es extraño que los proyectos verdes se hayan multiplicado en los últimos años. Por tanto, invertir en verde no sólo es hacer un bien común, sino también beneficiarse de una mayor rentabilidad.

¿Se te ocurre alguna otra inversión sostenible? No dudes en publicarla en los comentarios.