Hay una nueva palabra en nuestro vocabulario que cada día usamos más: “reduflación”. Todos lo hemos escuchado estos días, pero ¿qué significa realmente?
Reduflación es la unión de dos palabras “reducción” + “inflación” que describen perfectamente esta práctica. El concepto de reduflación nació en Inglaterra en el año 2010 con el nombre de shrinkflation. Es un fenómeno económico en el que el precio de un producto no aumenta, pero la cantidad que recibes del mismo, se reduce. Esto puede considerarse como una forma sutil de subir los precios, ya que los precios nominales no han cambiado, pero los compradores están recibiendo menos cantidad del producto por el mismo dinero.
Los fabricantes suelen usar la reduflación para aumentar sus márgenes de beneficio sin que los consumidores se den cuenta. Esto se logra porque los minoristas no son responsables de informar al consumidor sobre los cambios de tamaño. Muchas personas pueden tener dificultades para detectar pequeños cambios en las proporciones de los productos, lo que significa que no siempre notan la disminución en el contenido de lo que están comprando.
Se ha visto que la reduflación ocurre con mayor frecuencia en los productos de limpieza o en los alimentos congelados. Algunas empresas argumentan que es una medida necesaria para abordar los crecientes costos de fabricación de los productos, entre ellos los gastos de la energía, sueldos de los trabajadores y materias primas. Pero otras personas opinan que es una forma engañosa de subir los precios a los consumidores.
¿Cómo afecta la reduflación a las familias?
Dado que la reduflación se aplica sobre todo a los productos de consumo de primera necesidad que se compran de manera recurrente, muchas familias notarán que su cuenta corriente a final de mes se reduce notablemente. Otras se verán obligadas a planificar con detalle su lista de la compra o buscar gangas y descuentos en Internet para no perder poder adquisitivo.
¿Qué podemos hacer como consumidores para no ser víctimas de la reduflación?
- Compara y busca antes de comprar un producto.
- Invierte en productos de buena calidad que duren más tiempo.
- Compra marcas fiables y con buena reputación.
- Utiliza cupones de descuento para ahorrar dinero.
- Busca alimentos más saludables y menos procesados.
- Compra a granel.
- Si crees que un fabricante está haciendo uso de la reduflación en sus productos, busca otras alternativas en un rango de precios similar.
