5 consejos sencillos para ahorrar.

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Hay muchas razones para ahorrar dinero. Tal vez tengas un objetivo financiero concreto y quieras apartar regularmente algo de dinero para conseguirlo, o estés planeando la jubilación anticipada. O tal vez, simplemente no hay mucho dinero disponible en este momento, por lo que inevitablemente alguien tiene que apretarse un poco el cinturón.

No importa cuáles sean los motivos: ahorrar no tiene por qué significar prescindir de mucho. Hay algunos consejos sencillos y directos que te ayudarán a gastar menos dinero y a llenar poco a poco tus arcas.

Cambiar el contrato de telefonía móvil.

Si estás buscando un nuevo contrato de telefonía móvil, pronto te darás cuenta: hay innumerables opciones. Algunos contratos incluyen un smartphone, otros tienen una tarifa plana de telefonía o Internet. Otros contratos son especialmente favorables si piensas llamar al extranjero con regularidad. Básicamente, no se puede hacer una afirmación general sobre qué contrato es el mejor. Siempre debes elegir el contrato que mejor se adapte a tus necesidades. Por lo tanto, tiene sentido comprobarlo a intervalos regulares, y cambiar la tarifa en caso de duda. Lo mismo ocurre con el resto de contratos, como el de la electricidad o el de internet.

Cancelar las suscripciones no utilizadas.

Todo suma. Un ejemplo clásico es el contrato del gimnasio que se prolonga mes tras mes sin que lo uses lo suficiente. Los costes de las aplicaciones, aunque sólo sean uno o dos euros al mes, se acumulan a la larga. Por eso, haz un balance de todos tus gastos habituales y piensa en lo que realmente necesitas. En muchos gimnasios, por ejemplo, también es posible pagar por sesión de entrenamiento. Aunque los costes sean supuestamente más elevados aquí, puede merecer la pena si no estás agotando tu contrato de todos modos.

Escribir listas de la compra.

La mayoría de la gente suele gastar demasiado dinero porque compra cosas que realmente no necesita. En el caso de los alimentos, puede ocurrir incluso que se estropeen innecesariamente y haya que tirarlos. Puedes evitarlo pensando en lo que quieres comer al principio de la semana y anotando los alimentos en una lista de la compra. Además, intenta incluir siempre en tus recetas los alimentos que ya tienes en tu despensa. Otro consejo importante: nunca vayas a comprar con hambre. Existe un gran riesgo de que se recurra innecesariamente a la comida basura, cara y, además, poco saludable.

Comprar de segunda mano.

La mayoría de las cosas (ya sean muebles, ropa u otros artículos utilitarios) pueden comprarse fácilmente de segunda mano a través de plataformas como Ebay o Vinted. La moda de segunda mano, en particular, es más popular que nunca. También grandes almacenes sociales en casi todas las ciudades que ofrecen, por ejemplo, ropa de segunda mano o artículos usados de uso cotidiano. Estos artículos se venden a un precio mucho más bajo aunque sólo se hayan utilizado un día. Además, también estás haciendo algo bueno por el medio ambiente. Al comprar algo de segunda mano, hay que producir menos desde cero.

Cocina para ti.

Una gran parte del gasto mensual flexible se destina a la alimentación. Comer fuera de casa con regularidad es cómodo, pero a la larga cuesta dinero. Lo mismo ocurre si se consumen habitualmente productos precocinados, como la pizza congelada o las comidas para microondas. Puedes llegar a final de mes de forma mucho más económica y saludable si cocinas tú mismo, idealmente con ingredientes regionales y de temporada. También puedes inspirarte en las ofertas de los supermercados. Tal vez incluso encuentres uno o dos alimentos que no habrías probado de otro modo.