¿Cuándo merece la pena cambiar de cuenta?

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Los bancos tienen un problema: los tipos de interés del Banco Central Europeo llevan años a cero. La consecuencia es que ya no pueden ganar nada, sólo guardar el dinero.

Por lo tanto, no tienen más remedio que cobrar a los clientes todo tipo de comisiones: para la gestión de cuentas, cajeros automáticos o servicios de ventanilla. Si te molestan las altas comisiones de tu banco, deberías pensar en cambiar de cuenta: podrías ahorrar hasta 500 euros al año. A continuación, te explicamos las razones para cambiar de cuenta, lo fácil que es cambiar de banco y lo que debes tener en cuenta.

¿Por qué cambiar de cuenta?

Muchas personas han estado con su banco desde la infancia y les resulta difícil cambiar de banco. Pero esto puede resultar caro: especialmente los bancos con sucursales han aumentado sus comisiones, a veces drásticamente, en los últimos años. Los bancos online, que no tienen que financiar costosas sucursales, compiten con ellos. Pueden seguir ofreciendo cuentas corrientes sin comisiones. Abrir una cuenta gratuita en línea es más fácil de lo que crees. Estas razones hablan por sí solas.

Ahorro

Además de las comisiones de mantenimiento de cuenta, muchas sucursales bancarias también cobran comisiones por las transacciones: Si haces muchas transferencias, puedes ahorrar más dinero cambiando de cuenta. También vale la pena comparar cuando se trata de tarjetas. Desde hace algunos años, muchas sucursales bancarias vuelven a cobrar comisiones por la emisión de tarjetas bancarias. Las tarjetas de crédito son aún más caras: cuestan hasta 100 euros al año. Los bancos directos suelen ofrecer una tarjeta de crédito gratuita con la cuenta corriente.

Si se suman todas las comisiones que se pueden producir, se pueden ahorrar entre 50 y 500€ al año cambiando de cuenta.

Servicios adicionales

Si comparas los bancos directos con los bancos de sucursal, observarás que los bancos directos suelen tener mejores resultados en las siguientes áreas:

  • Tarjeta de crédito gratuita incluida en la cuenta corriente.
  • Posibilidad de gestionar las cuentas y las finanzas a través del smartphone.
  • Intereses de la cuenta de depósito a la vista vinculada.
  • Atención al cliente por teléfono, a menudo incluso los fines de semana.

¿Qué debo tener en cuenta al cambiar de cuenta?

La respuesta a si merece la pena cambiar de un banco a otro sólo la puede dar uno mismo. Estas preguntas pueden ayudarte a orientarte.

¿Es necesaria una sucursal?

Si prefieres conocer a su asesor en persona, una sucursal te conviene más un banco directo. Los bancos directos son adecuados para los clientes que no tienen problemas para hacer transacciones online.

¿Dónde puedo retirar dinero?

En las sucursales bancarias, sólo se puede retirar dinero en efectivo de forma gratuita en los cajeros automáticos propios. Para las personas que viajan mucho, esto puede ser una verdadera molestia, porque siempre hay que encontrar primero el banco adecuado en una ciudad extranjera. Los bancos directos son más cómodos: con una tarjeta de crédito gratuita se puede sacar dinero en cualquier cajero de Europa, a menudo incluso del mundo entero.

¿Qué sucede si tengo un descubierto?

Un sobregiro sucede cuando no tienes suficiente dinero disponible para cubrir una compra o un pago. Dicho de otra manera, un sobregiro ocurre cuando una transacción excede su saldo disponible.

Si se sobregiras la cuenta con frecuencia, hay que prestar atención al tipo de interés, pues varía mucho de un banco a otro.

Cambiar de banco es muy fácil. Parece un esfuerzo enorme para muchas personas, pero ni mucho menos. El cambio es mucho más fácil de lo que crees: una vez que te has decidido por un nuevo banco, le das la orden de que te ayude a cambiar tu cuenta. El nuevo banco solicita entonces los datos necesarios al antiguo banco: se trata de información sobre órdenes permanentes, mandatos de domiciliación y transferencias. El antiguo banco debe proporcionar los datos en un plazo de cinco días.

El nuevo banco transfiere los datos a la nueva cuenta corriente e informa del cambio a los titulares de las cuentas de depósito y retirada. El antiguo banco debe cerrar la cuenta corriente sin demora y también informar a los socios de pago del cliente sobre el cambio de cuenta.

La «mudanza» a otro banco es más fácil de lo esperado para el cliente. Si eliges bien el nuevo banco, a veces puedes ahorrar sumas de tres dígitos al año.