Consejos para padres primerizos que quieren contratar un seguro de vida.

contratar un seguro de vida
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Una vez que eres padre la vida da un nuevo giro: más alegrías, más cuidados y más responsabilidad. Esa responsabilidad incluye mantener económicamente a tu cónyuge y a tu hijo, incluso si te ocurriera algo.

Contratar un seguro de vida es una forma de estar más tranquilo por el futuro de tu familia en el caso de que un día faltes. Pero con tantas pólizas disponibles podría complicarse tu elección.

El coste de criar a un bebé.

No cabe duda de que criar a un hijo es caro. Según la Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu), el gasto total de tener un hijo desde su nacimiento hasta los 18 años oscila entre 115.489€ y 354.298€ como máximo.

Está claro que criar a un hijo desde la cuna hasta la universidad no es barato. Por esto conviene tener una estimación de los costes por adelantado. Esto te ayudará a seleccionar una póliza de seguro de vida que cubra a tus seres queridos durante el periodo en que se prevé que dependerán de tus ingresos.

Elige lo que puedas pagar.

Como padre querrás darle a tu hijo lo mejor. Pero seamos realistas, cada familia tiene unas posibilidades financieras. Aún así, si eres padre primerizo con un presupuesto ajustado, no renuncies a la posibilidad de contratar un seguro de vida. Paga la cobertura que puedas permitirte ahora y planifica ampliarla en un futuro. La cuestión es que tener algún tipo de cobertura de seguro de vida siempre será mejor que no tener ninguna. Esa póliza te garantizará que dejarás algún tipo de apoyo financiero para proteger a tus seres queridos en caso de que fallezcas inesperadamente.

Contrata ya tu seguro de vida.

Ahora que acabas de tener un bebé es el mejor momento para contratar un seguro de vida. Cuanto antes lo hagas, menos tendrás que pagar. Este es el motivo: los seguros funcionan según el principio de riesgo, por eso cuando eres joven y gozas de buena salud el riesgo es menor. La buena salud se traduce en menores costes en primas anuales, ya que, técnicamente, tus posibilidades de sobrevivir son mayores.

Por el contrario, a medida que envejeces, puedes desarrollar enfermedades como diabetes o cardiopatías. Para mantener bajas sus pérdidas, las aseguradoras te cobrarán primas más altas o incluso te descalificarán para contratar un plan. Lo mejor es aprovechar la primera oportunidad y contratar una póliza a una edad más temprana, mientras sea asequible.