Mucha gente sueña con hacerse rica en bolsa. La obtención de beneficios puede lograrse con la estrategia adecuada, entre otras cosas con los fondos de renta variable, pero hay que tener en cuenta algunas cosas.
¿Qué son los fondos de renta variable?
Un fondo de renta variable es una inversión bursátil total o parcial en acciones. Podríamos ver los fondos de renta variable como una especie de cartera en la que hay muchas acciones diferentes. Sin embargo, el inversor no compra todas estas acciones individualmente, sino que lo deja en manos de una gestora de fondos, que analiza las acciones y las compra o vende en función de los resultados. Pueden ser acciones internacionales o un conjunto de acciones del propio país o de un determinado índice o sector que se compran en la bolsa.
Formas especiales de fondos de inversión.
Existen formas especiales entre los fondos de renta variable. Hay fondos que sólo incluyen acciones de determinados sectores de la economía, como la tecnología, la ingeniería o la agricultura. Los fondos Blue Chip sólo incluyen grandes empresas que se espera que obtengan beneficios. La tarea de los fondos indexados es replicar un índice bursátil lo más fielmente posible. También hay fondos que se centran en el mercado nacional (fondos nacionales) o en el mercado internacional (fondos extranjeros), al igual que los fondos regionales se centran en regiones o países concretos. Por último, hay fondos mixtos que invierten no sólo en acciones sino también en bonos u otros valores.
¿Qué riesgos hay que tener en cuenta?
No es fácil encontrar las acciones adecuadas. Depende mucho de la situación vital en la que te encuentres, de la edad que tengas y de lo que estés dispuesto a invertir. Debe haber una cierta disposición a asumir riesgos ya que las fluctuaciones de precios pueden producirse una y otra vez. Esto puede dar lugar a beneficios, pero por supuesto también pérdidas. Puede ocurrir que una empresa cotizada quiebre o que no se paguen los dividendos. Los tipos de cambio de las monedas extranjeras también pueden influir.
Minimización de riesgos.
Al comprar acciones de un fondo de renta variable, estás asumiendo un riesgo menor que si concentras tu inversión sólo en una empresa pública. Siempre existe el riesgo de que una empresa se sobreendeude o se declare insolvente. Entonces, las acciones compradas pierden su valor o, al menos, una gran parte del mismo. Con un fondo, el riesgo no es tan grande porque los diferentes valores de las empresas individuales suelen compensar las pérdidas. Esto también se llama minimizar el riesgo mediante la diversificación.