No es necesario un trabajo mejor remunerado o una herencia inesperada de un familiar para mejorar tus finanzas personales. Para muchas personas, una mejor gestión del dinero es todo lo que se necesita para reducir sus gastos, mejorar su capacidad de inversión y ahorro, y alcanzar objetivos financieros que antes parecían imposibles.
Incluso si sientes que tus finanzas están atascadas en un callejón sin salida, hay una serie de cosas que puedes hacer para crear una mejor situación financiera.
Haz un seguimiento de tus gastos para mejorar tus finanzas.
Si no sabes en qué y dónde gastas cada mes, es muy improbable que tus hábitos de gasto personal puedan mejorar.
Una mejor gestión del dinero empieza por ser consciente de los gastos. Utiliza una aplicación de gestión del dinero como MoneyTrack para hacer un seguimiento de los gastos por categorías, y comprueba por ti mismo cuánto gastas en cosas que no son esenciales, como cenas, entretenimiento e incluso ese café diario. Una vez que te hayas informado sobre estos hábitos, puedes hacer un plan para mejorar.
Crea un presupuesto mensual realista.
Utiliza tus hábitos de gasto mensuales, así como tu sueldo mensual, para establecer un presupuesto que sepas que puedes cumplir.
No sirve de nada establecer un presupuesto estricto basado en cambios drásticos, como por ejemplo no comer nunca fuera cuando actualmente pides comida para llevar cuatro veces a la semana. Crea un presupuesto que se ajuste a tu estilo de vida y a tus hábitos de gasto.
Debes ver un presupuesto como una forma de fomentar mejores hábitos, como cocinar en casa más a menudo, pero date una oportunidad realista de cumplir con ese presupuesto. Sólo así funcionará este método de gestión del dinero.
Aumenta tus ahorros, aunque te lleve tiempo.
Crea un fondo de emergencia al que puedas recurrir cuando surjan circunstancias imprevistas. Aunque las aportaciones sean pequeñas, este fondo puede salvarte de situaciones de riesgo en las que te veaa obligado a pedir un préstamo a altos tipos de interés o seas incapaz de pagar sus facturas a tiempo.
También deberías hacer aportaciones de ahorro general para reforzar tu seguridad financiera en caso de pérdida de empleo.
Paga tus facturas a tiempo cada mes.
Pagar las facturas a tiempo es una forma sencilla de gestionar tu dinero de forma inteligente, y tiene excelentes beneficios: te ayuda a evitar los cargos por retraso y prioriza los gastos esenciales. Un buen historial de pagos puntuales también puede elevar tu puntuación de crédito y mejorar tus tipos de interés.
Reduce los gastos recurrentes.
¿Estás suscrito a servicios que nunca utilizas? Es fácil olvidarse de las suscripciones mensuales a servicios de streaming y de las aplicaciones móviles que se cargan en tu cuenta bancaria incluso cuando no utilizas regularmente estos servicios.
Revisa tus gastos en busca de cargos como estos, y considera cancelar las suscripciones innecesarias para retener más dinero cada mes.
Ahorra dinero en efectivo para permitirte grandes compras.
Ciertos tipos de préstamos pueden ser útiles a la hora de hacer compras importantes, como una casa o incluso un coche que necesitas ahora mismo. Pero para otras grandes compras, el efectivo ofrece la opción de compra más segura y barata.
Cuando compras en efectivo, evitas generar intereses y crear una deuda que requiere meses o a menudo años para devolverse. Mientras tanto, ese dinero ahorrado puede permanecer en una cuenta bancaria y acumular intereses que puedes destinar a tu compra.
Inicia una estrategia de inversión.
Aunque tu capacidad de inversión sea limitada, las pequeñas aportaciones a cuentas de inversión pueden ayudarte a utilizar el dinero ganado para generar más ingresos.
El camino para mejorar las finanzas personales empieza por cambiar tus propios hábitos. Algunos de estos cambios serán más fáciles que otros, pero si mantienes el compromiso con esta transformación, acabarás teniendo grandes habilidades de gestión del dinero que te servirán durante toda tu vida y, mientras tanto, tendrás más dinero en tu bolsillo.