Sólo tienes una vida, el tiempo pasa volando y muchas veces postergamos nuestros planes y sueños hasta ahorrar suficiente dinero, pero ¿cuándo llegará ese momento?
Con un préstamo personal no tendrías que preocuparte por pensar en la manera de cubrir esos gastos. Casarse, hacer un viaje al extranjero o pagar los estudios superiores, son algunas de las razones que animan a la gente a pedir un préstamo personal.
Pero antes de saltar de alegría, hay un aspecto que deberías considerar: tu puntuación de crédito.
¿Qué relación existe entre tu puntuación de crédito y el préstamo personal?
La relación entre la puntuación de crédito y el préstamo personal es bidireccional. Por una parte, cuanto mayor sea la puntuación de crédito mayores son las posibilidades de que un solicitante reciba un préstamo favorable con tasas de interés más bajas. Los prestatarios con mal crédito también pueden recibir préstamos personales, pero generalmente tienen tasas de interés más altas y más requisitos para su aprobación. Esto se debe a que los prestamistas ven a estos prestatarios con un mayor riesgo. Por lo tanto, una buena puntuación de crédito puede abrirte muchas puertas a la hora de conseguir un préstamo con buenas condiciones.
Por la otra parte, una vez que hayas obtenido tu préstamo personal tu puntuación crediticia también se verá afectada y en el caso de querer solicitar un nuevo préstamo este se sumará a la deuda ya existente. Por lo tanto, lo ideal es evitar tomar múltiples préstamos personales y mantener un informe de crédito saludable pagando las cuotas y las facturas a tiempo. Lo ideal es conseguir que tu puntuación de crédito no caiga por debajo de 700.
Puedes utilizar una calculadora de puntaje crediticio en los sitios web de las principales instituciones financieras para monitorear tu situación.
Curiosamente, si pagas tus préstamos personales a tiempo y los administras de manera eficiente, esto mejorará tu puntuación crediticia y tu historial de crédito.
Recuerda que el secreto es no retrasar el pago de tus préstamos ni convertirlos en una deuda pendiente por mucho tiempo ya que esto podría afectarte al ir a solicitar otro préstamo, por ejemplo, para financiar un automóvil o una reforma en tu vivienda.