SEPA y SWIFT son los dos sistemas más utilizados en el mundo para realizar pagos, sin embargo, muchas personas no tienen clara la diferencia entre ambos. En este artículo te explicaremos en qué se distinguen y cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.
Transferencias SEPA
La Zona Única de Pagos en Euros (SEPA, por sus siglas en inglés) fue creada en 2008 con el propósito de facilitar las transferencias bancarias entre los 36 países que forman parte de la Unión Europea. El objetivo principal de SEPA es que las transferencias entre estos países tengan las mismas condiciones que las transferencias nacionales, agilizando así los trámites.
Transferencias SWIFT
La Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT, por sus siglas en inglés) se estableció en los años 70 como un protocolo de mensajería bancaria estandarizado. Este sistema permite a las instituciones financieras en todo el mundo intercambiar información sobre transacciones de manera segura y eficiente.
SWIFT no es sólo una red de pagos, sino también un lenguaje común que los bancos usan para comunicarse entre sí. Aunque no todas las entidades están conectadas directamente a esta red, muchas operan mediante la colaboración con bancos que sí lo están, lo que les permite participar en las transacciones globales.
Diferencias entre las transferencias SEPA y SWIFT
- Divisas: SEPA se limita a transferencias en euros mientras que SWIFT admite una gran variedad de divisas, lo que lo convierte en un sistema de pagos ideal para transacciones entre diferentes países.
- Ámbito geográfico: Con SEPA sólo podemos realizar transferencias dentro de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo, incluyendo al Reino Unido. En cambio, SWIFT funciona a nivel mundial permitiendo transacciones en más de 200 países.
- Costes y comisiones: Las transferencias SEPA aplican las mismas tarifas que las nacionales, es decir, no tienen coste alguno a menos que impliquen un cambio de divisas. Por el contrario, las transferencias SWIFT suelen tener costes adicionales como comisiones administrativas o tarifas de los bancos intermediarios.
- Información requerida: Con SEPA sólo necesitamos el número IBAN del destinatario para completar la operación. Sin embargo, en el sistema SWIFT se requiere tanto el IBAN como el código BIC o SWIFT de la entidad bancaria del destinatario para procesar la transacción.
- Tiempos de ejecución: Las transferencias SEPA suelen ser muy rápidas y se completan en uno o dos días laborables. En cambio, las transferencias SWIFT suelen tardar entre dos y cinco días, aunque pueden retrasarse más dependiendo del número de bancos intermediarios involucrados en la transacción.
En resumen, SEPA y SWIFT son dos sistemas de pago preparados para realizar transferencias internacionales seguras, pero cada uno tiene sus particularidades. Mientras que SEPA fue creado para permitir transacciones dentro de la Unión Europea, SWIFT es la opción más adecuada para pagos internacionales fuera de la zona SEPA o en divisas al euro, lo que a su vez implica tiempos de espera más largos y costes adicionales.
