Muchas personas se plantean invertir su dinero en acciones. Con razón, sobre todo en tiempos de bajos tipos de interés e inflación. Sin embargo, debes informarte bien antes de empezar.
Consejo 1: infórmate bien.
Aunque parece muy obvio mencionarlo, debes saber en qué estás invirtiendo tu dinero. Si estás interesado en una acción concreta y no quieres fiarte únicamente de tu intuición, deberías, por ejemplo, echar un vistazo al informe anual, a los análisis y a las previsiones económicas.
También puedes recurrir a la experiencia de los profesionales y buscar un fondo de inversión. Los gestores de fondos de su caja de ahorros o banco se encargarán de los análisis. También en este caso deberías saber si la orientación del fondo se ajusta a tu perfil personal de riesgo-recompensa.
Consejo 2: no pongas todos los huevos en la misma cesta.
En un fondo de renta variable tu dinero estará repartido entre cientos de acciones diferentes. Como inversor minimizas el riesgo si una empresa obtiene malas cifras o incluso quiebra.
Si quieres invertir en acciones asumiendo poco riesgo, los llamados fondos mixtos también son interesantes. Estos invierten el dinero no sólo en acciones, sino también en valores que devengan intereses. En función de la evaluación de los mercados por parte de los gestores del fondo, la proporción de acciones también puede reducirse de vez en cuando.
De este modo, distribuyes el dinero entre la renta variable y la renta fija, y dentro de estas dos clases de activos, de nuevo entre muchos valores individuales diferentes.
Consejo 3: invierte sólo el capital disponible.
Sólo debes invertir en acciones el capital que tengas disponible y que no necesitas destinar a otros gastos. Si sabes que vas a necesitar el dinero en los próximos cinco años para los gastos de manutención, la devolución de tu préstamo personal u otras compras, no te metas. Hay que evitar un momento de venta que podría ser especialmente desfavorable.
Consejo 4: sé paciente con tu inversión.
A la hora de invertir dinero en la bolsa, hay que tener más paciencia: es mejor no apostar por el euro rápido. Una buena idea, en cambio, es ahorrar regularmente con un plan de ahorro de fondos.
Si dependes de los beneficios rápidos, inevitablemente tendrás que apostar por una inversión de alto riesgo. Esto puede funcionar bien, pero con demasiada frecuencia los principiantes en particular, caen en una trampa porque con una cartera desequilibrada, podrías acabar sin nada.
Si por el contrario tienes paciencia e inviertes con previsión, tendrás muchas más posibilidades de éxito. Con el tiempo, el riesgo de perder dinero con las acciones disminuye considerablemente.
Consejo 5: no dejes que las pérdidas te pongan nervioso.
Por supuesto, uno entra en la carrera bursátil con la expectativa de conseguir la mejor rentabilidad posible. Pero la bolsa siempre está en movimiento y tu cartera puede presentar pérdidas en algún momento.
Las fluctuaciones de precios son bastante normales y ocurren todo el tiempo. Esto no es mala suerte, sino, por el contrario, una señal de que los mercados de valores funcionan y que la oferta y la demanda cambian. Prepárate para el hecho de que puedan producirse correcciones y no caigas en el pánico y el accionismo. Reacciona con la cabeza fría.
En el caso de las acciones, puedes fijarte un límite de «stop-loss» para estar seguro, es decir, un valor por encima del cual quieras deshacerte de tu inversión en cualquier caso. Por otro lado, las correcciones de precios pueden ser exactamente el momento adecuado para comprar a un precio favorable.
Consejo 6: mantener el escepticismo ante los consejos sobre acciones.
¿Oyes o lees un consejo infalible de un supuesto gurú de la bolsa? ¿Con qué rendimientos de más del 10, 20 o más por ciento es seguro? Entonces también tenemos un consejo para ti: ¡ten cuidado!
Hay muchos supuestos expertos en el campo de las inversiones financieras que le hacen promesas. Pero siempre hay que preguntarse qué interés tiene la persona en contarte esta información.
Por lo tanto, es mejor ser escéptico con respecto a los consejos y sugerencias demasiado tentadores.
Consejo 7: no especular, invertir.
Comprar, vender, comprar, vender… así es como algunos se imaginan la inversión en valores. Normalmente, esto tiene poco que ver con la realidad. El hecho de comprar una acción y volver a venderla días o semanas después es, con suerte, la excepción.
Para los que comercian mucho y rápidamente producen una cosa en primer lugar: los costes. Al comprar y vender, se incurre en comisiones que primero deben ser recuperadas por la rentabilidad de la acción o el fondo.
Si inviertes de forma estructurada y amplia, no tienes que estar entrando y saliendo de las acciones.
Consejo 8: utiliza el efecto del interés compuesto.
«Deja que tu dinero trabaje para ti». Esta frase es la que mejor describe lo que significa el interés compuesto para tu inversión.
La idea que subyace es relativamente sencilla: se reinvierten los beneficios o los intereses para generar más ingresos. En otras palabras, se suman los beneficios al capital que se ha invertido para tener la posibilidad de obtener mayores beneficios. En el caso de los fondos, la reinversión suele producirse de forma automática, por lo que no tienes que realizar ninguna acción.
El interés compuesto es uno de los mecanismos más importantes de creación de riqueza. Sobre todo a largo plazo, te compensa.
Consejo 9: comprueba tu inversión regularmente.
Debes gestionar tu inversión con mano firme. Sin embargo, esto no significa que debas descuidar tu cartera. Aunque estés atento al mercado financiero, las señales pueden cambiar. No hay que dormirse ante estos acontecimientos.
Es mejor que hables de tu cartera con tu asesor de inversiones de forma periódica (preferiblemente al menos una vez al año) y que hagas ajustes si es necesario.
Consejo 10: no esperes más.
¿Tiene la sensación de que aún te queda mucho por aprender y por eso no te atreves a invertir en acciones? Ten valor, porque cada día sin inversión es un día sin posibilidad de retorno.
No hace falta ser un especialista en bolsa para entrar en el mercado de capitales. Precisamente por eso hay fondos y profesionales que se encargan de la gestión. Y una vez que estás dentro (por ejemplo, con un plan de ahorro de fondos), invertir en el mercado de capitales será algo muy normal para ti.